Con la lista en la mano

PORTERO. Aranzubia, Cañizares y Casillas. Éstos dos son indiscutibles, pero la convocatoria de Aranzubia (por mucho que el puesto de tercer portero sea más bien testimonial, que lo es) me parece un ramalazo evidente e innecesario de apego al terruño por parte del seleccionador. Valdés o Reina han merecido más ese premio.


LATERAL DERECHO: Gabri y Míchel Salgado. Sáez confía en Gabri, al que ya tuvo en la selección juvenil que ganó el campeonato del mundo; sólo que entonces jugaba como delantero. Reconvertido una y mil veces, relegado a la banda, más atrás o más adelante, me parece un jugador vulgar con cierta propensión a perder los papeles. Aunque no está llamado a ser más que el suplente de Salgado, creo (como en el caso de los porteros) que Manuel Pablo ha merecido más este premio.


LATERAL IZQUIERDO: Puyol y Raúl Bravo. Como hace dos años, en el Mundial, no hay lateral zurdo. Entonces Camacho renunció a los inventos y convocó a los dos más en forma, Romero y Juanfran (con Aranzábal defenestrado por su pésima Eurocopa), pese a su escaso cuajo internacional: Ahora Sáez ha optado por reubicar en la izquierda a dos hombres que este año han sido centrales pero a los que el puesto no les resulta ajeno: Raúl Bravo jugaba en esa posición hasta hace un año y Puyol (el que será titular) es un todoterreno de garantías. Dada la escasez, me parece que la solución es buena.


CENTRALES: César, Helguera, Juanito y Marchena. El tándem titular lo formarán Marchena y Helguera; lo que no tengo tan claro es el rendimiento que Sáez pueda obtener de ellos. De todos modos, me parece la mejor pareja posible. César es un central solvente, lástima que su penalty a Deco le haya podido restar crédito. Juanito, posiblemente, se dedique sólo a hacer turismo y comprar gallos-souvenirs. Mala época para los centrales. Y eso que Clemente los usaba hasta de laterales (Alkorta, Camarasa) o mediocentros (Hierro, Nadal, Roberto Ríos y, de nuevo, Alkorta).


MEDIOCENTROS: Albelda, Baraja, Xavi y Xabi Alonso. No tendremos centrales, pero mediocentros, para dar y tomar. Y de los buenos. La apuesta más conservadora pasa por clonar el centro del campo del Valencia, con la exitosa mezcla ying-yang de Baraja y Albelda. Claro que Sáez es un enamorado de Xavi (otro junior de oro, como Gabri o Aranzubia), más mediapunta que Baraja y un arma más útil de lo que parece tal y como está rematando el año. Alonso es una buena opción siempre, aunque no sabría decir qué compañero le conviene más (qué tiempos vivimos, en los que parece una locura jugar con un solo pivote).


INTERIOR IZQUIERDO: Luque y Vicente. No voy a decir a estas alturas que Luque ha sido una revelación, pero quizá sí podríamos concederle ese premio que la NBA entrega al jugador de mayor progresión. Con el añadido de que lo consigue después de reconvertirse en extremo. Vicente ha sido, con Ronaldinho, el jugador de la Liga, Está como un tiro, encara y desequilibra a cualquiera. Sáez está (casi moralmente) obligado a sacar partido de los dos, más teniendo en cuenta que Reyes lo verá por la tele. Son verdaderamente desequilibrantes.


INTERIOR DERECHO: Etxeberria y Joaquín. Al hilo de lo anterior, ¿debería el seleccionador atreverse a jugar con un zurdo de buen disparo pegado a la banda derecha? Suena demasiado osado, sí, aunque puede ser una opción para segundas partes en las que el equipo deba volverse loco. Viene esto a cuento porque el año de Joaquín, que debería sentirse dueño de esa banda, no ha sido nada esperanzador. Y porque muchos le hemos perdido ya la fe a Etxeberria, jugador irregular que ha encandilado a los tres últimos seleccionadores. Recuerdo aquí la propuesta de asimetría que le leíamos hace poco a Segurola.


...Y ARRIBA: Morientes, Raúl, Torres y Valerón. Sáez es de los que juega con delantero y medio (Torres y Raúl, por ejemplo) o con medio delantero (Valerón y Raúl). Menos mal que (de momento) no racanea con los extremos. Aún no tiene clara la pareja para el ataque, y es posible que permute jugadores durante la fase previa sin más criterio que esperar a que la flauta suene. Raúl es fijo de inicio. Si le da tiempo a recuperarse, me parece indiscutible. Si sigue tal cual, inválido, no debe jugar por decreto. Por lo demás, es la primera gran cita de Torres y una nueva oportunidad para Valerón. Ya sabemos que no tiene carácter, pero le sobra fútbol. Más que a nadie en este equipo.